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Acercando el conocimiento tradicional agrícola a las aulas


La observación de los astros para planificar actividades agrícolas y humanas es parte del conocimiento ancestral de muchos pueblos alrededor del mundo, y ha sido retomada como práctica de distintas formas de agricultura alternativa, como la orgánica o biodinámica, que tienen una importante base agroecológica.
La observación de los astros para planificar actividades agrícolas y humanas es parte del conocimiento ancestral de muchos pueblos alrededor del mundo, y ha sido retomada como práctica de distintas formas de agricultura alternativa, como la orgánica o biodinámica, que tienen una importante base agroecológica.

En los sistemas de agricultura familiar, se acumula un bagaje de conocimientos sobre manejo tradicional de cultivos, que representa la cosmovisión del hombre de campo y que como mucho del conocimiento tradicional, posee una base ecológica de enorme interés para el manejo de los sistemas agroproductivos.


De hecho, el conocimiento tradicional agrícola es la base para el manejo de agroecosistemas desde una perspectiva holística. En el corazón de este conocimiento, reposa la necesidad de proteger los recursos naturales (ya que estos son la fuente del alimento), a través del conocimiento y manejo de la biodiversidad de plantas y animales.


Por otra parte, se reconocen las interacciones de los seres vivos con su entorno abiótico,

interacciones que son poco conocidas por los estudiantes, como refieren ellos mismos, y

que tratan de abordarse desde el estudio de asignaturas como la agroecología y la genética.


En este contexto la etnobotànica se constituye en una herramienta educativa a la para investigar los saberes agrícolas de distintas generaciones de agricultores y conocer sus formas de cultivar y de interpretar eventos naturales asociados a los cultivos, además de que a partir de estos saberes locales los estudiantes pueden entender y generar ideas para el manejo sostenible de los agroecosistemas. La provincia del Guayas en Ecuador es una región importante para el desarrollo agrícola, donde confluyen prácticas de la agricultura industrial, constituida por grandes fincas con cultivos de caña de azúcar, banano y arroz, con las de agricultura familiar, representadas por fincas medianas y pequeñas, con cultivos mixtos de cacao, banano, especies de ciclo corto y frutales.


En una investigación participaron estudiantes de la carrera de Ingeniería Agronómica de la Ciudad Universitaria Milagro (CUM) de la Universidad Agraria del Ecuador, quienes también son miembros de familias de agricultores, y debido al cambio generacional, la migración del campo a la ciudad, y la apropiación de la tecnología, entre otras razones, aprenden y practican una agricultura basada en un modelo que enfatiza la productividad por sobre un enfoque como sistema, enfoque que sí era considerado, de manera empírica, por el agricultor de antaño. En esta investigación se entrevistaron a 52 personas, familiares y conocidos, de edades comprendidas entre 21 y 90 años con fincas en los cantones de Milagro, Yaguachi, Simón Bolívar, Salitre, Naranjal y el Triunfo, todos áreas agrícolas de la provincia del Guayas. Se les realizó una entrevista semiestructurada que fue grabada, bajo consentimiento del entrevistado y se recopiló información sobre manejo de cultivos y conocimientos sobre el clima.


Los hallazgos más importantes del trabajo fueron: 1. El principal cultivo que ha desaparecido de la región es el algodón, predominando en la actualidad los cultivos de cacao, banano, caña de azúcar y arroz. El 23% de los entrevistados refieren un cambio desde sistemas más agrodiversos con cultivos perennes y ciclo corto hacia sistemas más simplificados de arroz, banano o cacao clonal (CCN-51). 2. De los 52 agricultores consultados, 25 señalaron que hacían sus labores agrícolas considerando los ciclos lunares, por observación directa de la luna o con calendarios o almanaques. De estos, el 68% tenían 50 años o más, y mencionaron las fases de cuarto creciente y luna llena como los momentos más propicios para sembrar o plantar esquejes, ya que así lograban brotaciones más rápidas y menos enfermedades en las plantas. 3. Las personas de mayor edad mencionaron que antes no habían muchas plagas y estas se controlaban con los pocos químicos que habían; aunque dos agricultores, de 81 y 74 años, indicaron formas particulares de controlar la langosta del arroz, señalando que ciertos árboles y malezas atraían las tormentas eléctricas, eliminando a la plaga, y mediante la práctica de envolver la langosta en hoja de bijao y quemarla en las esquinas del cultivo.


4. En cuanto a la forma de predecir el clima, la mayoría señaló como indicativo de la llegada del invierno el cambio en la forma, color y desplazamiento de las nubes, así como la mayor presencia de animales como chapuletes, ranas o golondrinas. Tres agricultores señalaron conocerlo por cambios en la vegetación, mencionando “árboles más verdes”, “la hoja del palo prieto se viraba” y “según el modo de florecer el monte, los árboles y las frutas".


5. Con respecto a la percepción de los estudiantes, muchos de ellos manifestaron conocer

las prácticas comunes de la agricultura sobre manejo de cultivos, pero no aquellas basadas en la observación de los astros o predicción de fenómenos atmosféricos. Seguir ciclos lunares es, según la investigación, una práctica que ha ido en desuso a lo largo de tres generaciones, a medida que ha predominado la inmediatez en las labores agrícolas y los jóvenes estudiantes no la consideran ni la comprenden del todo. La observación de los astros para planificar actividades agrícolas y humanas es parte del conocimiento ancestral de muchos pueblos alrededor del mundo, y ha sido retomada como práctica de distintas formas de agricultura alternativa, como la orgánica o biodinámica, que tienen una importante base agroecológica. Algunos estudiantes hallaron “incomprensibles“ las explicaciones de sus mayores que no estaban fundamentadas en hechos científicos, lo cual denota la brecha generacional existente.


Como conclusión de este trabajo podemos señalar que el abordaje etnobiológico permite acceder a los conocimientos tradicionales agrícolas de nuestros campesinos los cuales muestran una visión integradora en el manejo de los espacios de cultivo, que puede ser aprovechada por los estudiantes para entender lo que es una agricultura “más sensible a los ciclos biológicos” y que preserva la biodiversidad, haciendo más significativa y enriquecedora su experiencia de estudio de la agroecología y genética como asignaturas. Por otro lado el Movimiento Nacional Campesino anuncia que hasta el 31 de mayo del 2019 se encuentran abiertas las inscripciones para participar en la Escuela Nacional de Agroecologìa que busca impulsar de igual manera estos conocimientos al igual que los aspectos polìticos alrededor de la agroecologìa. Para mayor informaciòn visite este link


Basado en el Simposio "LA ETNOBIOLOGÍA COMO HERRAMIENTA PARA LA EDUCACIÓN EN SECTORES URBANOS Y RURALES" Claudia Ayala cayalac@uagraria.edu.ec

Flor Dorregaray fdorregaray@uagraria.edu.ec

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